AMA A TU MADRE
Cuando viniste a este mundo,
Ella
te sostuvo en sus brazos.
Tú
se lo agradeciste gritando.
Cuando
tenías un 1 año,
Ella
te alimentaba y te bañaba.
Tú
se lo agradeciste llorando la noche entera.
Cuando
tenías 2 años,
Ella
te enseñó a caminar.
Tú
se lo agradeciste huyendo de Ella cuando te llamaba.
Cuando
tenías 3 años,
Ella
te hacía todas las comidas con amor.
Tú
se lo agradeciste tirando el plato al piso.
Cuando
tenías 4 años,
Ella
te dio unos lápices de colores.
Tú
se lo agradeciste pintando todas las paredes del comedor.
Cuando
tenías 5 años,
Ella
te vestía para las ocasiones especiales.
Tú
se lo Agradeciste tirándote enlodándote a más no poder.
Cuando
tenías 6 años,
Ella
te llevaba a la escuela.
Tú
se lo agradeciste gritándole: ¡NO VOY A IR!
Cuando
tenías 7 años,
Ella
te regaló una pelota.
Tú
se lo agradeciste arrojándola contra la ventana del vecino.
Cuando
tenías 8 años,
Ella
te trajo un helado.
Tú
se lo agradeciste derramándoselo sobre su falda.
Cuando
tenías 9 años,
Ella
té pago unas clases de piano.
Tú
se lo agradeciste nunca practicando.
Cuando
tenías 10 años,
Ella
te llevaba con el auto a todas partes de Gimnasio al partido de fútbol, de
fiestas de cumpleaños, a otras fiestas.
Tú
se lo agradeciste cuando salías del coche y nunca mirabas atrás.
Cuando
tenías 11 años,
Ella
te llevó a ti y a tus amigos a ver una película.
Tú
se lo agradeciste diciéndole que se sentara en otra fila.
Cuando
tenías 12 años,
Ella
te aconsejó que no miraras ciertos programas.
Tú
se lo agradeciste esperando que ella se fuera de la casa.
Cuando
tenías 13 años,
Ella
te sugirió un corte de pelo que estaba de moda.
Tú
se lo agradeciste diciéndole que Ella no tenía gusto.
Cuando
tenías 14,
Ella
té pagó un mes de vacaciones en el campamento de verano.
Tú
se lo agradeciste olvidándote de escribirle una carta.
Cuando
tenías 15,
Ella
venía de trabajar y quería darte un abrazo.
Tú
se lo agradeciste cerrando con llave la puerta de tu
habitación.
Cuando
tenías 16,
Ella
te enseñó cómo manejar su coche.
Tú
se lo agradeciste usándoselo todas las veces que podías.
Cuando
tenías 17 años,
Ella
esperaba una llamada importante.
Tú
se lo agradeciste, hablando por teléfono toda la noche.
Cuando
tenías 18,
Ella
lloró en la fiesta de tu graduación de la escuela.
Tú
se lo agradeciste estando de fiestas hasta el amanecer.
Cuando
tenías 19 años,
Ella
té pagó la cuota de la universidad, te llevó en coche hasta el campus y cargó
tus maletas.
Tú
se lo agradeciste diciéndole adiós desde fuera del dormitorio, así no te
sentirías avergonzado ante tus amigos.
Cuando
tenías 20 años,
Ella
te preguntó si estabas saliendo con alguien.
Tú
se lo agradeciste diciéndole: "A Ti no te importa eso"
Cuando
tenías 21 años,
Ella
te sugirió algunas carreras para tu futuro.
Tú
se lo agradeciste diciéndole: "No quiero ser como Tú."
Cuando
tenías 22,
Ella
te abrazó en la fiesta de graduación de la Universidad.
Tú
se lo agradeciste diciéndole si te podía pagar un viaje a Europa.
Cuando
tenías 23,
Ella
te dio algunos muebles para tu primer departamento.
Tú
se lo agradeciste diciéndoles a tus amigos que los muebles eran feos.
Cuando
tenías 24,
Ella
conoció a tu futura esposa y le preguntó sus planes para el futuro.
Tú
se lo agradeciste con una mirada feroz y le gritaste "¡Cállate!".
Cuando
tenías 27,
Ella
te ayudó a pagar los gastos de tu boda y llorando te dijo que te amaba
muchísimo.
Tú
se lo agradeciste mudándote por la mitad del país.
Cuando
tenías 30,
Ella
te dio algunos consejos para cuidar al bebé.
Tú
se lo agradeciste, diciéndole que las cosas son diferentes ahora.
Cuando
tenías 40,
Ella
te llamó para recordarte el cumpleaños de tu Papá.
Tú
se lo agradeciste diciéndole que estabas muy ocupado.
Cuando
tenías 50,
Ella
se enfermó y necesitó que la cuidaras.
Tú
se lo agradeciste leyendo sobre la carga que representan los padres hacia los
hijos.
De
repente, un día.............,
Ella
silenciosamente MURIOOOO......!!!!.
Y
todas las cosas que nunca hiciste cayeron como un trueno.
Tomémonos un momento para rendir honor y tributo a la persona que
llamamos MAMÁ, aunque algunos no la pueden llamar así de ese modo
abiertamente.
No hay sustituto para Ella. Alegra cada momento. Aunque a veces, Ella no
parezca la mejor de las amigas, quizás no concuerde con tu forma de pensar, pero
aún así?
¡Es tú Madre!
Ella
estará allí para ayudarte con tus dolores, tus penas, tus frustraciones.
Pregúntate
a ti mismo: ¿Has
LIMITADO tu tiempo para estar con Ella, para escuchar sus quejas sobre el
trabajo en la cocina, su cansancio?
Sé prudente, generoso y muéstrale el debido respeto, aunque tú pienses
diferente de Ella.
Una vez que se vaya de este mundo, solamente los recuerdos cariñosos
del Ser Que Llamamos Mamá. Solo Eso Nos
Queda.
Bendícela y pide a Dios por ella, porque Dios en su infinita misericordia
le dio la dicha de ser Madre y a ti el de tener una
Mama.
---
No hay comentarios:
Publicar un comentario